¿Te preguntas cómo hacer caraotas (frijoles, habicuhuelas) que no sepan a tristeza servida en un plato? Estás en el lugar correcto. Esto no es solo otra “receta fácil de caraotas”, esta es la mejor receta de caraotas. Punto.
Una sola olla, pocos ingredientes y cero excusas. Ya sea que estés cocinando para la semana, alimentando a medio barrio, o simplemente cansado de fingir que luna lata de caraotas está “bien”, esta guía te salva la patria.
¿POR QUÉ CARAOTAS/ HABICHUELAS NEGRAS?
¿Aparte de ser la reina indiscutible de tu despensa?
- Cargadas de proteína vegetal.
- Llenas de fibra (tu barriga te va a escribir un haiku de agradecimiento).
- Repletas de hierro, magnesio, antioxidantes y todos esos nutrientes que tu cuerpo lleva rato pidiéndote que le pares.
- Increíblemente versátiles: haz con ellas sopas, bowls, tacos, dips o cómelas solas, como la protagonista dramática que eres.
Estas caraotas no son solo nutrición básica, son la base de mil comidas y tu nueva confianza en la cocina.
LO QUE VAS A NECESITAR
- 1 taza de caraotas secas
- 4 tazas de agua (para remojar)
- 3 cucharaditas de vinagre de sidra de manzana (para la digestión... y un poco de drama)
- 7-8 tazas de agua fresca (para cocinar)
- 2 dientes de ajo (la bomba de sabor original)
- ½ cebolla
- ½ pimentón
- Un puñado de cilantro (o perejil si te sientes Europea)
- sal y pimienta (los ídolos de una generación)
- 1 cucharadita de pasta de miso o sazón (opcional, pero sexy)
- Salsa picante si te gusta vivir al borde del peligro
CÓMO HACER CARAOTAS QUE DE VERDAD SABEN BIEN:
- Echa esas caraotas secas en un colador y enjuágalas como si hubieran insultado a tu mamá. Tierra, polvo y drama caraotil: fuera. Listo para el próximo, general de los granos.
- Remójalas o sufre.
Échalas en un bol con 4 tazas de agua y 2 cucharadas de vinagre de manzana. Déjalas remojar mínimo 4 horas (12 si quieres a tu sistema digestivo). Este paso reduce la inflamación… y tus posibilidades de sonar como un globo después. - Escúrrelas y admira tus caraotas ligeramente infladas.
Enjuaga de nuevo. Siéntete superior. - Hora de la explosión de sabor.
En una olla grande: agrega las caraotas, sal, pimienta, ajo, cebolla, pimentón, miso (o sazón), cilantro y 7–8 tazas de agua. Tapa. Respira profundo. Vas con todo. - Calor + paciencia.
Hierve por 5 minutos, luego baja el fuego y deja que se cocinen a fuego lento por 2–3 horas. Revisa cada 30 minutos y mézclalas para que no se quemen… ni te traicionen. - Opcional pero inteligente:
Saca los pedazos grandes de vegetales a mitad de cocción solo si viniste por las caraotas, no por el show aromático. - Listo = caraotas espesas, suaves y de ensueño.
Déjalas enfriar y guárdalas hasta por 5 días. O cómetelas todas en 5 minutos. Aquí no juzgamos.
CONSEJOS PRO PARA LOS ILUMINADOS DE LA CARAOTA
- ¿Todavía con gases? Bienvenido a la fibra. Ve con calma y tu panza se irá adaptando.
- ¿Tienes una Instant Pot o una olla de cocción lenta? Úsala. Ya la pagaste, ¿no?
- ¿Quieres más sabor? Échale comino, laurel o esa especia que viste en TikTok y ahora juras que es tuya.
- Acompáñalas con arroz, chips de tortilla, arepas… o cómelas directo de la cuchara como una campeona.
HABICHUELAS NEGRAS: EL PERSONAJE PRINCIPAL
No solo eres un maestro susurrador de caraotas, ahora también desbloqueaste la puerta mágica a decenas de comidas fáciles. ¿Burritos? Obvio. ¿Bowls? Claramente. ¿Dip de caraotas? Pues claro, ¿qué más?
Básicamente, estás a una sola olla de una semana entera de comidas que parecen hechas con esfuerzo… pero tú y yo sabemos que no.
Subiste de nivel.
De nada

COMO HACER FRIJOLES/HABICHUELAS NEGRAS
Equipamiento
- Bowl grande
- Colador
- Cuchara de madera
- Olla grande con tapa
- cuchillo de chef
- tabla de cortar
Ingredientes
- 1 taza habichuelas/caraotas negras secas
- 4 tazas agua
- 2 cucharadas vinagre de sidra de manzana
- 7-8 tazas agua fresca
- Sal
- Pimienta negra
- 2 dientes de ajo
- 1/2 cebolla
- 1/2 pimentón rojo
- puñado cilantro
- 1 cucharadas Pasta de Miso
- Salsa picante
Instrucciones
- Lo primero que hay que hacer es enjuagar MUY bien las caraotas secas en un escurridor para quitarles toda la suciedad e impurezas que puedan tener (muy en contacto con la naturaleza y todo, pero hay límites, ¡ja!).
- Poner las habichuelas en remojo para mejorar la digestión y el valor nutritivo. En un bol grande, vierte las habichuelas recién enjuagadas y añade 4 tazas de agua y las dos cucharadas de vinagre de sidra de manzana. Deja esto en remojo durante un mínimo de 4 horas, pero 12 horas es mejor. Lo sé, lo sé, este paso es un dolor de cabeza, pero es necesario.
- Se remojan para deshacerse del ácido fítico, piensa que es una capa protectora que tienen todas las semillas para protegerse de los elementos y que no destruyan la vida de su interior, es decir, para que la pequeña semilla pueda convertirse en un árbol grande y fuerte. Pero esa capa también se defiende de nuestro estómago y (especialmente si no estás acostumbrado a una dieta basada en plantas, puede causar hinchazón y gases), pero divago, volvamos a la receta.
- Una vez en remojo, escurre y enjuágalas bien; deben ser un poco más grandes y el agua un poco más oscura (¡ten cuidado al escurrirlas porque pueden manchar!).
- En una olla, añade las alubias recién enjuagadas y salpimienta, la cebolla, el ajo, el pimiento, el cilantro entero, el picante al gusto y la cucharada de miso y las 7-8 tazas de agua. Tapa.
- Poner la olla a fuego alto durante 3-5 minutos hasta que el agua burbujee, luego reducir a fuego medio-bajo y cocer durante 2-3 horas hasta que el agua casi se haya secado (pero aún debe estar algo pastosa)
- Comprueba cada 30 minutos y remueve para asegurarte de que no se pegan al fondo.
- Dejar enfriar y servir o guardar en un recipiente hermético hasta 4-5 días en la nevera.
Notas
- Si incluso después de remojar sigues teniendo problemas estomacales, es posible que estés consumiendo niveles bajos de fibra, y añadirla gradualmente te ayudará a equilibrar tu flora intestinal y a digerirlas más suavemente.
- Las verduras se deshacen poco a poco en la mezcla, pero si prefiere retirarlas antes de que estén totalmente cocidas, puede hacerlo al cabo de una hora y media y seguir cociendo las alubias.
- El miso y el condimento son opcionales, ¡pero añaden un sabor extra delicioso!
- Disfrútalas con arroz integral o cualquier plato con arroz, chips de tortilla, como acompañante, en versión refrita tradicional o hasta tipo baked beans.
- Si eres el afortunado propietario de una olla instantánea o de una olla de cocción lenta, ¡no lo des por sentado y úsala!
REFLEXIONES FINALES: TU ERA CARAOTERA EMPIEZA AHORA
Felicidades. Ahora sabes cómo hacer caraotas tan buenas que capaz hasta presumes en el grupo de WhatsApp. La era de las caraotas tristes y sin gracia se acabó, desterrada por tus nuevos poderes culinarios (y una ayudita mía, obvio).
Recuerda:
- Puedes hacer una olla grande y reinventarlas toda la semana (tacos, bowls, desayuno, snacks de medianoche… sabes que lo vas a hacer).
- Acabas de desbloquear el secreto de un clásico lleno de proteína, sabor y puro poder vegetal, sin tener que recurrir a esas versiones enlatadas y aburridas.
- Si alguien te dice “eso es mucho trabajo”, mándale esta receta y que pruebe la diferencia
Así que la próxima vez que alguien te pregunte cómo hacer caraotas, dile que tú te encargas y míralos quedar boquiabiertos con tu talento. De nada, mundo.
Ahora ve… y caraotea.
Es demasiado fácil hacer, lo amo!